domingo, 20 de enero de 2013

raíces




Me aferro como puedo
a mi mesa de escribir
a la puerta a las paredes.
Me aferro como puedo
a la tristeza
que logra
mantenerme viva.
A tu corazón
al hueco en tu pecho
en que cabía un corazón
a su ausencia.
Me aferro como puedo
a la rabia de no verte
la sórdida locura de esperarte,
a la sensación
que dejó tu rutina
a las promesas.
Es que me vuela el tiempo
necesito raíces
o resistentes ligamentos
porque afuera me aguardan
ojos que son disparos
y perforan…
no puedo salir a verlos
tan expuesta.
Sin calma, sin remedio y sin sueños
no puedo andar por ahí
como si nada…
Soy un fácil blanco
para tanta mirada.
Por lo pronto me aferro,
como un árbol,
a este sitio
a esta soledad disimulada.

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